Cada flor y cada color expresan
un sentimiento y juegan un papel muy
importante en el significado del ramo. Cuando es muy colorido manifiesta un
popurrí de emociones.
LAS DALIAS son flores relacionadas con el impulso y la pasión y sus significados varían desde una señal de advertencia, de cambiar, de viajar, hasta incluso de la traición.
EL MENSAJE DE LAS DALIAS
Paciente, como ya era una costumbre, mi corazón
esperaba la amada silueta ante la puerta.
Lo vi al poner un pie dentro, pensativo,
ocultando las expresiones.
El cuantioso ramo colgando de su mano débil, indiferente.
Los pasos lo dirigían a mí, involuntarios,
programados.
El perfume floral llegó a mi nariz, con un golpe
de desilusión.
No fueron necesarias las palabras, su rostro agradecido
lo decía todo y el ramo disculpaba su intención.
El cambio empezaba ahora, al extenderme una mano
y soltar el ramo entre las mías.
Lo tomé, sombría y triste. Puse el dedo índice
en sus labios.
No quise que me dijera nada, no necesitaba
explicaciones. El colorido ramo de dalias me lo decían todo.
“Te querré siempre” me susurraban ese montón de
flores.
Entonces lo envolví con mis brazos,
queriéndomelo quedar para siempre.
E inhalé el aroma de su ropa con profundidad
devota y me quise comer su cuello a mordiscones. Pero solo con el pensamiento,
mis manos no fueron más allá de su espalda, y mis labios cerrados lo besaron
superficialmente.
Deseaba aniquilar su viviente materia, pero la
vida no me había enseñado todavía como destruir lo amado.
Supuse que tenía que aprender rápido.
“Vete ahora” le dije al separarme y entonces le
di un empujón.
“Sal de mi vida para siempre” le ordené antes de
que pudiera decir algo.
Lo saqué de mi vida azotando la puerta, y él se
alejó aventurero en busca del sendero.
El amor me jugaba mal.
Elevé el ramo y lo puse frente a mi nariz, el
dulce perfume de sus pétalos, me atrajo con una pasión sonámbula. Las neuronas
alertas, misteriosas, delatando mis anhelos.
Un aroma a traición ese de las dalias, las
masacré deshojando una por una y las arrojé en puños al aire. Fueron cayendo al
suelo formando un colchón de pétalos donde me acomodé como una ninfa
desfallecida.
Por NV-J
Por NV-J
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